¿Alimentos buenos o malos o estilos de comer bien y mal?
En el reciente Congreso Argentino de Nutrición hemos comunicado a través de un póster una versión preliminar del desarrollo de un modelo de aplicación del concepto de Calorías Discrecionales en las comunicaciones educativas y de marketing en alimentos.
Las calorías discrecionales son la diferencia entre el requerimiento diario de energía de cualquier persona y la cantidad de calorías aportadas por las raciones de hortalizas, frutas, cereales, pan, legumbres, aceites, lácteos y carnes magras indicadas en guías alimentarias.
El concepto es que una vez cubiertas las cantidades recomendadas de estos alimentos, en sus variedades de menor densidad de energía y mayor densidad de nutrientes, persiste un "crédito" nutricional que será mayor o menor dependiendo del nivel de gasto calórico de cada individuo. Ese "crédito" es lo que se conoce como calorías discrecionales. Calorías que el individuo puede "usar" en alimentos de mayor cantidad de calorías y menor densidad de nutrientes.
Así por ejemplo, sobre la base de una dieta de una mujer adulta sedentaria de 2000 kcal, los alimentos de aquellos grupos indicados en las guías alimentarias aportan unas 1750 por lo que se dispone de unas 250 kcal para "usar a discresión". Mientras que si la persona es más activa, la cantidad de calorías discrecionales podrá llegar a unas 350.
Esas calorías discrecionales representan dos cosas: para los consumidores, saber que dependiendo del nivel de actividad (más o menos sedentario) y siguiendo las directrices de una dieta razonablemente saludable (sin tanta grasa, con aporte de hortalizas y frutas en abundancia e incorporación de cereales y legumbres en variedad) no hay razón para dejar fuera de la dieta dos o tres porciones diarias de productos del tipo de galletitas dulces, alfajores, golosinas, bebidas azucaradas o postrecitos.
Mientras que cada porción se ajuste a un valor calórico de entre 75 kcal a 120 kcal y preferentemente en un tamaño de porción no demasiado pequeño.
Este concepto también es válido para las tantas iniciativas que hoy se alzan en relación con lo que se puede y no se puede ofrecer en los kioscos escolares. La idea no es prohibir sino orientar operativamente el concepto de consumo responsable.
Por otra parte, para la industria alimentaria, el concepto de calorías discrecionales puede ser una oportunidad responsable de vender productos que sin dejar de ser dulces y sabrosos, estén alineados con las directrices de una dieta sana.
Trabajando sobre el concepto de calorías discrecionales, la industria está en condiciones de ofrecer variedades de sus marcas comerciales ajustadas a diferentes tamaños de porción y calorías, comunicando al consumidor cuánto y con qué frecuencia es aconsejable comer sin por ello alejarse de una alimentación saludable.
Calorías discrecionales y Perfiles nutricionales (sistemas que categorizan a los alimentos según su composición nutricional) son nuevos conceptos que se derivan de guías alimentarias y pretenden simplificar la información nutricional del rotulado. Y son conceptos sobre los cuales seguiremos informando en esta sección.
Sergio Britos
Las calorías discrecionales son la diferencia entre el requerimiento diario de energía de cualquier persona y la cantidad de calorías aportadas por las raciones de hortalizas, frutas, cereales, pan, legumbres, aceites, lácteos y carnes magras indicadas en guías alimentarias.
El concepto es que una vez cubiertas las cantidades recomendadas de estos alimentos, en sus variedades de menor densidad de energía y mayor densidad de nutrientes, persiste un "crédito" nutricional que será mayor o menor dependiendo del nivel de gasto calórico de cada individuo. Ese "crédito" es lo que se conoce como calorías discrecionales. Calorías que el individuo puede "usar" en alimentos de mayor cantidad de calorías y menor densidad de nutrientes.
Así por ejemplo, sobre la base de una dieta de una mujer adulta sedentaria de 2000 kcal, los alimentos de aquellos grupos indicados en las guías alimentarias aportan unas 1750 por lo que se dispone de unas 250 kcal para "usar a discresión". Mientras que si la persona es más activa, la cantidad de calorías discrecionales podrá llegar a unas 350.
Esas calorías discrecionales representan dos cosas: para los consumidores, saber que dependiendo del nivel de actividad (más o menos sedentario) y siguiendo las directrices de una dieta razonablemente saludable (sin tanta grasa, con aporte de hortalizas y frutas en abundancia e incorporación de cereales y legumbres en variedad) no hay razón para dejar fuera de la dieta dos o tres porciones diarias de productos del tipo de galletitas dulces, alfajores, golosinas, bebidas azucaradas o postrecitos.
Mientras que cada porción se ajuste a un valor calórico de entre 75 kcal a 120 kcal y preferentemente en un tamaño de porción no demasiado pequeño.
Este concepto también es válido para las tantas iniciativas que hoy se alzan en relación con lo que se puede y no se puede ofrecer en los kioscos escolares. La idea no es prohibir sino orientar operativamente el concepto de consumo responsable.
Por otra parte, para la industria alimentaria, el concepto de calorías discrecionales puede ser una oportunidad responsable de vender productos que sin dejar de ser dulces y sabrosos, estén alineados con las directrices de una dieta sana.
Trabajando sobre el concepto de calorías discrecionales, la industria está en condiciones de ofrecer variedades de sus marcas comerciales ajustadas a diferentes tamaños de porción y calorías, comunicando al consumidor cuánto y con qué frecuencia es aconsejable comer sin por ello alejarse de una alimentación saludable.
Calorías discrecionales y Perfiles nutricionales (sistemas que categorizan a los alimentos según su composición nutricional) son nuevos conceptos que se derivan de guías alimentarias y pretenden simplificar la información nutricional del rotulado. Y son conceptos sobre los cuales seguiremos informando en esta sección.
Sergio Britos
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